Maite Olalde   Elizalde                                               Daniela Gutierrez Valdes

          Kinesiologa                                                            Terapeuta Ocupacional

 

[supsystic-slider id=1 position=»center»]

SALUD DE LAS PERSONAS ADULTAS MAYORES, FAMILIA Y CUIDADORAS/ES El abordaje de la salud de las personas adultas mayores, en el marco del Modelo de Atención Integral de Salud con enfoque Familiar y Comunitario, está centrado en la promoción del envejecimiento saludable o activo, la prevención de la morbimortalidad, el control de enfermedades crónicas transmisibles y no transmisibles y mantención de la funcionalidad, con miras a prevenir discapacidad y dependencia, esto último es base fundamental para construir una vida satisfactoria en la vejez. Todos estos esfuerzos deberían traducirse en una mejor calidad de vida para la población adulta mayor. Lo anterior implica incorporar a la atención de la persona adulta mayor una mirada que integre tanto los elementos y principios del Modelo de Atención, como aquellos elementos propios que nos pueden aportar la atención especializada del adulto mayor aplicadas al nivel en que se encuentre la persona mayor.
En este entendido y para el caso de las personas mayores, la implementación de un Modelo de Atención está basada en algunos conceptos que se han ido desarrollando a lo largo de los últimos años, desde el primer concepto de haber definido la Funcionalidad como quizás el mejor indicador de salud del adulto mayor, luego considerar que esta mejor funcionalidad posible debe traducirse en una población adulta mayor más autónoma y autovalente , además participativa (una sociedad para todas las edades) logrando un envejecimiento activo y saludable, para finalmente lograr un envejecimiento con personas mayores activas pero más responsables de su autocuidado y planificando su etapa de envejecimiento (envejecimiento exitoso). Todo lo anterior sustentado en un enfoque epidemiológico, de determinantes sociales, estrategia de atención primaria y el reconocimiento de los derechos de las personas de la tercera edad.
El abordaje del proceso de envejecimiento, nos obliga hoy día a consolidar la atención de la persona adulto mayor con una mirada de Integralidad, de mayor resolutividad y de satisfacción usuaria, en donde el eje que ordena la atención son las personas, al respecto se recomienda que:
Cada equipo de sector identifique su población a cargo con EMPAM vigente (últimos 12 meses), a fin de generar acciones de mejora de dichas coberturas. Se sugiere considerar en la programación del centro de salud el incremento de EMPAM producto de la incorporación del programa Más adultos mayores autovalentes.
Los equipos deberán velar por el acceso expedito a la cartera de servicios disponibles para las personas adultas mayores, adecuación de la oferta horaria, evitando tramitaciones que obstaculicen el acceso de este grupo etario. El profesional encargado del control de salud del Adulto Mayor apoyara en la gestión de solicitud de hora a control de crónico cuando se pesquise inasistencia a este.En los casos que se ha producido una pérdida de funcionalidad, los equipos de salud, deben velar por la recuperación de ésta, mediante los programas de rehabilitación. Se debe reforzar el apoyo y orientación en los cuidados de la salud, a las familias y cuidadores de personas mayores en situación de dependencia.
Se recomienda construir un catastro básico de las acciones destinadas al adulto mayor a nivel comunal tanto de salud como del intersector, que permitan derivar o dirigir a los AM a instancias diversas de salud, con fines de apuntar a un trabajo intersectorial en vías de una participación inclusiva de AM.